Una noche espectacular bajo la oscuridad del cielo nocturno, puede ser inspiradora. Escápate de las luces de la ciudad y mira al cielo. Te sorprenderá lo que puedes ver a simple vista y, si además usas binoculares, seguramente descubrirás un mundo completamente nuevo.
La Luna
La luna de la Tierra es a menudo protagonista del espectáculo nocturno. Después del sol, la luna es el objeto más brillante de nuestro cielo. Esto se debe a su proximidad a la Tierra, que se encuentra, según la NASA, a una distancia promedio de 384,400 km.
Un dato curioso sobre la luna es que tiene una rotación síncrona. Esto significa que toma la misma cantidad de tiempo para girar una vez en su eje que para orbitar alrededor de la Tierra por lo que, en la Tierra, siempre vemos el mismo lado de la luna. Sin embargo, no significa que el otro lado de la luna siempre esté oscuro. Recibe la misma cantidad de luz solar que el lado que nosotros vemos.
Busca las manchas oscuras que son áreas de lava basáltica seca. Los cráteres también son visibles, especialmente si usas binoculares.
Las estrellas
Las lunas llenas pueden iluminar el cielo nocturno, pero las lunas nuevas son mejores para observar las estrellas. Es fascinante que tantas culturas hayan creado constelaciones a partir de patrones estelares. Toma un mapa estelar y un mapa astronómico para ayudarte a aprender cuándo puedes ver las constelaciones específicas del área donde te encuentras.
El Carro o Cazo es una constelación icónica, formada por las estrellas más visibles de la Osa Mayor. Usa esta constelación para orientar tu observación de las estrellas. Incluso puedes usar las dos estrellas exteriores del Carro de la Osa Mayor para que apuntes la mirada hacia la Estrella del Norte.
La constelación de Orión puede verse unas pocas horas antes del amanecer a finales del verano, en buena parte del hemisferio norte. Busca el distintivo cinturón y la espada de Orión.
Otros puntos destacados
A pesar de su popular nombre «estrellas fugaces», los meteoros no son estrellas en absoluto, sino pequeños objetos rocosos o metálicos que cruzan la atmósfera de la Tierra. Las lluvias de meteoros ocurren con regularidad a medida que la órbita de la Tierra pasa a través de corrientes de meteoros. Las Perseidas en agosto y las Leónidas en noviembre son dos de las lluvias de meteoros más conocidas, aunque otras más pequeñas ocurren durante todo el año.
A veces, los planetas pueden ser sorprendentes en el cielo nocturno. Destaca el tinte rojo de Marte. Venus y Júpiter son a menudo bastante visibles. Mercurio, el planeta más pequeño, aparece débilmente de vez en cuando. Saturno también es visible a veces. Urano y Neptuno están tan lejos que generalmente se requieren binoculares o un telescopio para verlos.
Si bien es extremadamente raro, ver auroras boreales podría ser una posibilidad. Así lo documenta la historia con las auroras boreales producidas en Barcelona a mediados de noviembre de 1789 y la del 25 de enero de 1938, visible desde Madrid, Cataluña y buena parte de Europa.
Las llamaradas del sol crean estas impresionantes pantallas cuando las partículas cargadas chocan con las partículas gaseosas de nuestra atmósfera. Es cierto que se ven con mayor frecuencia a medida que se avanza hacia el norte, pero no pierdas la esperanza porque, aunque es algo difícil, las auroras boreales son también posibles en España.
No todo en el cielo nocturno es natural
Las líneas continuas de luz que se deslizan a lo largo del cielo nocturno son satélites. Hay miles de satélites en órbita. La mayor parte son para comunicaciones y ayuda en navegación. Es divertido contar cuántos satélites puedes detectar en una sola noche.
Una de las mejores partes de acampar es la posibilidad de observar el cielo nocturno incontaminado. No te olvides de alejarte de las luces y disfruta viendo todo lo que brilla en la oscuridad.