El verano se está despidiendo en nuestra comarca, los días se acortan y comienzan a verse los cálidos colores otoñales en la vegetación circundante. El otoño está llegando y esta es la época donde comienzan a surgir las setas.

Las setas son un ingrediente clave en muchos platos locales y su «caza» se ha vuelto tremendamente popular en los últimos años.

Desde mediados de septiembre hasta finales de diciembre es la temporada de setas silvestres. Las familias se aventuran en los bosques escondidos de los Pirineos, armadas con cestas y generaciones de conocimiento, para buscar los hongos más deliciosos. Recogerlos, cocinarlos, conservarlos y comerlos es prácticamente un deporte nacional, especialmente en nuestra región!

Se dice que más de 1500 especies diferentes crecen aquí, aunque para fines culinarios, los cazadores de «bolets», como se dice en catalán, suelen seleccionar poco más de 30 que brotan en los bosques húmedos y oscuros.

Los «Boletaires» (cazadores de setas) se concentran en una docena de variedades que ofrecen no solo una excelente prestación culinaria sino que también son fácilmente identificables. Entre ellos se encuentran: «ceps» (porcini), «múrgules» (morel), «rossinyols» (rebozuelos), «trompetes de la mort» (trompeta de la muerte o cuerno de la abundancia); «Fredolics» (noche gris); llanegues (caballero-tapa) y «gírgoles» (trompeta del rey). Sin embargo, el más popular, y uno de los más fáciles de identificar es el «rovelló», que tiene el característico color bronce oxidado que le da su nombre. Este último normalmente se sirve rociado con aceite de oliva, con un poco de perejil y ajo, y luego asado a la parrilla.

Si vienes a acampar a Nou Camping este otoño, no dejes de divertirte en familia o con amigos saliendo en una jornada de recolección de setas.

Una recomendación: sí es tu primera expeiencia como cazador de setas, ve acompañado de algún experto. Feliz y abundante cacería!