Muy cerca de Nou Camping, a unos 10 minutos, se encuentra el antiguo poblado de Àrreu, un pueblo que fue abandonado a comienzos de 1980 y que, según los datos estadísticos de 2010, contaba en ese momento con 4 habitantes, un varón y tres mujeres.
Sin embargo, una visita a este pueblo abandonado, representa la posibilidad de contemplar la naturaleza en estado puro y practicar senderismo en nuestro entorno.
A unos 1.200 metros de altitud, el pueblo de Àrreu se encuentra a la derecha de la Noguera Pallaresa, a la izquierda de Torrent de la Mata de Borén, en un pequeño valle. Se cree que este pueblo estaba situado más arriba pero que en 1803, una avalancha de nieve derribo 10 casas y acabo con la vida de 17 personas. Àrreu, como Alós d’Isil, fue un municipio independiente hasta el 1846, fecha en la que se unió a Isil. Hasta 1972 formaba parte del antiguo término de Isil.
Para conocer el misterioso Arreu, se puede llegar en coche hasta el pueblo de Borén y desde allí iniciar un paseo que, en poco menos de una hora, nos llevará hasta el antiguo poblado. Se cruza el puente sobre el río y, en dirección a poniente, por un sendero estrecho y empinado, se sube montaña arriba gracias a los cientos de escalones que conforman la llamada escala de Àrreu. Los peldaños de piedra perfectamente marcados, recuerdan los tiempos en que el camino era bastante más transitado cuando los pobladores de Àrreu bajaban los domingos al mercado de Esterri. Minutos después, dejando atrás la escala, se llega al camino que llanamente nos lleva al Valle de Àrreu.
El sendero conduce a la calle principal donde ya aparecen las primeras casas del pueblo, típicas construcciones de montaña con tejados pronunciados y algunos balcones de madera admirablemente torneados. Las casas del pueblo miran al sol naciente y se encuentran alineadas sobre dos calles principales.
Recorrer la silenciosa Arreu, es un paseo mágico y misterioso. De su patrimonio sobresalen los restos del Castillo de Àrreu; la capilla románica de la Virgen de las Nieves, del siglo XII que se destaca por tener un sillar con un crismón en relieve sobre la puerta; y la iglesia parroquial de Sant Sadurní, o Saturnino. Situada en el extremo noreste del núcleo poblacional, esta construcción prerrománica es un templo de nave única, sin ábside, con un campanario de espadaña de dos aberturas. En su interior se conservan tres notables pilas románicas, una bautismal, otra de agua bendita y una tercera que podría haber sido originalmente un sarcófago, pero que en tiempos posteriores se utilizaba para guardar los santos óleos.
El recorrido continua bajando por un sendero que sale de la parte baja del pueblo por un camino de herradura que a partir de curvas pronunciadas, serpentea montaña abajo hasta el lugar donde el furioso barranco del río Àrreu deposita sus aguas en la Noguera Pallaresa.
Y dejando atrás Àrreu, ya regresando a Borén, muy cerca de la carretera pasamos por encima del precioso Puente de Àrreu, una construcción del siglo XII con arcada de medio punto que atraviesa la Noguera Pallaresa. Derrumbado y reconstruido varias veces, se observan al menos tres momentos constructivos diferentes.
Este paseo hasta el solitario pueblo de Arreu es una ocasión perfecta para disfrutar del contacto con la naturaleza, conocer un tradicional pueblo de montaña y la singular belleza del Valle d’Àrreu.